martes, 11 de octubre de 2011

Historias de la TV

Sip; lo confieso, soy de la generación de la tele. De esa a la que cuando no había guardería, la enchufaban delante de un televisor, sin control, o casi. Debí hacerlo bien porque un buen día me regalaron unas gafas y desde entonces no me las he quitado. Bueno seamos justos, yo era un niño prodigio, aprendí a leer muy pronto y desde los 5 años devoro libros. Mi primer libro fue Moby Dick. Nunca lo olvidaré.: "Llámame Ismael".
Pero; cuando no estaba persiguiendo ballenas blancas, ni dibujando, ni otra cosa, Estaba viendo la TV. por lo que poseo un cierto bagaje televisivo nada despreciable, de cuando solo teníamos dos canales pero..¡Que canales!
Mas, avancemos en el tiempo, a cuando nacieron los nuevos canales y apareció el señor que tenemos arriba. Steve (Quincy) Urkel, una de esas modas que sostenían las series USA. Si algo destacaba en una serie se engordaba hasta que quedaba diluida la esencia del argumento y terminaba muriendo por hartazgo del público; pero mientras duró estuvo bien, divertida y amena. Y así es como un personaje, que no el actor que lo interpreta, (Jaleel White) queda bajo la sombra de su personaje. 

En cuanto al dibujo, tiene una historia bastante simpática que me apetece contar, aunque solo sea para llevarle la contraria a la tendencia catastrofísta de mi día de hoy, (nada remarcable  creedme, solo un mal día).
Pues estábamos un día mi colega Tony y yo hablando de nuestras cosas un domingo por la noche,  y no se a cuento de que alguien dijo: "Te imaginas uno de esos mandalas que hacen los monjes tibetanos, que lleva días hacerlo para una vez terminado destruirlos para demostrar lo efímera que es la existencia de todas las cosas y de repente, con el trabajo a medias, pasa por encima Steve Urkel con sus pantuflas de Dinosaurio."
El cachondeo fue mas que notorio, nos estuvimos riendo hasta ....lo cierto es que no nos hemos dejado de reír  Sobretodo por que al domingo siguiente y sin decirle nada aparecí con el dibujo de arriba que ilustraba el chiste, ya no tan privado. 
Debo decir que me siento orgulloso de confesar que lo hice sin mas referencia que mi memoria, no se ni cuantos años hacia que no veía la serie y no saque foto alguna de Internet, de hecho el PC. estaba roto. Supongo que cuando tienes la motivación adecuada todo funciona. 
Y esa es la historia, Me parece que la paz del Tibet tiene sus limites hasta para un monje.
Espero que os guste, a nosotros 2 de seguro no se nos olvidará jamás.

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