domingo, 1 de junio de 2008

Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal

Por Juan Pedro Rodríguez Marrero

Indiana Jones; Uno de los grandes personajes de la historia del cine, casi tanto como el de sus artífices, George Lucas y Steven Spielberg, por no nombrar a Harrison Ford, pronunciarlo te hace asomar una sonrisilla socarrona en los labios y enseguida se te llena la mente de mil aventuras donde de seguro hallarás tesoros, chica y peligros.

En esta ocasión afrontaremos un film con regusto a despedidas, y es que Harrison Ford tiene 66 años, que a tenor de lo que se puede ver no parece óbice para interpretar al Indy de siempre pero el implacable tiempo que hace mella en todos está ahí y nos pone de nuevo en su sitio, de hecho no escapa a nadie que se le ve desde el principio mas avejentado pero es que el papel, que se adapto para él, se pensó para un Indiana más maduro, de hecho desde un principio se pensó también para un Indiana y su padre, pero Sir Sean Connery, 12 años mayor que el propio Harrison, decidió dar por finalizada su carrera en el cine, así que nuevamente se arreglo el borrador para solventar este impasse. Es ante todo un homenaje a los fans acérrimos de la saga, hay un buen puñado de guiños dispersos por toda la cinta, pero el ambiente de los 50 con su convulsa situación en plena guerra fría, la realidad de este maduro Indy, así como otros detalles, la aleja un poco de ese aura de juventud y desenfreno que transpiraban las otras, de hecho no son comparables y los guiños de los que antes hablaba se presentan no como flashbacks si no como fotos en el viejo álbum del abuelo. Pero todo lo dicho suena a “horrible película” y no es para nada el caso. Como ya hiciera James Bond, el Dr Henry Jones Jr. tiene que adaptarse a los nuevos tiempos o al menos acercase más en el tiempo a los nuestros y si de paso demuestra que puede seguir dando caña, pues que le den su sombrero, su pistola y su látigo que a dar caña vamos.

Los efectos especiales son geniales habida cuenta de que en plena era informática se ha recurrido a los viejos trucos de Hollywood, como cuando George, Esteven o James Cameron empezaban a dar nuevos bríos a la industria cinematográfica.


El reparto, que en principio no desconcierta luego si lo hace, Harrison Ford, nos devuelve a nuestro Indiana de siempre, encaja y da mamporros con la naturalidad que da el oficio y sigue teniendo ese punto alocado de cuando empezó y aun no llevaba sombrero, aunque tenga 20 años más. Los autores conscientes de las antes citadas pegas sobre la edad, lejos de maquillar lo obvio se regodean en ello y en varios chistes se hace alusión a la edad y la forma física de el mas que preparado arqueólogo que demostrara lo herrado de las afirmaciones. De hecho su trepidante acción hace que la cinta se pase volando.


Karen Allen, regresa directamente del limbo de los personajes anteriores, para traernos a la siempre combativa y adorable Marion, los años la han tratado bien y no ha cambiado un ápice desde que se dedicaba a derrotar Sherpas en un juego de resistencia al alcohol.

Un recién llegado a la saga, Shia LaBeouf. Este joven actor, que en principio parecía avocado a películas de adolescentes, después de demostrar que puede con el cine de acción y entretenimiento en TRANSFORMERS,

hace su entrada triunfal a lomos de una Harley Davidson Vtwin de la vieja escuela al mas puro estilo Marlon Brando. Glorioso, vive Dios, glorioso. Cuando lo vean me ponen un comentario y si osan me lo desmienten.


Y como no; Cate Blanchett que parece estarse especializando en grandes damas; desde que la viéramos encarnar a la soberana de Lothlorien, la dama Galadriel, pasando por Katharine Hepburn en EL AVIADOR, o a la inolvidable dama de Inglaterra la reina Elisabeth. En esta ocasión nos trae a Irina Spalko una de las malas de película más notables de esta saga y de muchas otras y para no salirse del círculo de las grandes damas se la presenta como el ojito derecho de Stalin. Recurriendo al simple juego de las comparaciones supera con mucho a Belloq en dureza, es mucho más diligente que Mola Ram y dobla en carisma a Donovan y en frialdad a Elsa al tiempo que no recurre al ya demasiado visto juego de la seducción, de hecho es como hablar con la repelente sabelotodo de la clase y además tiene un puntito místico con esos ojos de gata y ese corte de pelo a lo cacerola.


Resumiendo; si quieren rememorar el pasado vayan a verla, si quieren ver acción a raudales vayan a verla, si quieren pasar el rato vayan a verla y, ¡qué demonios!, no existe razón o excusa para no ir a verla.


Recomendación para Freaks y fans de la saga; saliendo de la sala enfilen hacia el Burguer King (no; no me pagan comisión) y háganse con las cuatro jarras cerveceras de la película que dan con el menú previo pago de un euro la jarra, eso sí con tan solo un menú y 4€ hay establecimientos que proporcionan los 4 modelos, investiguen primero. Les aseguro que molan un mazo. Me gustaría dar las gracias a mi amigo Toni por patrocinar el menú y la película, sin su inestimable ayuda esta crítica no hubiera sido posible y a mi hermana por dejarme 1€ en la cartera sin su despiste yo no tendría esta estupenda jarra, brindare a vuestra salud la próxima vez que me pegue una birra. Otro día te invito yo, pero ustedes no se me hagan los locos y vayan a verla sin demora, aunque no pague otro.

Parte de la informacion esta extraida de IMDB. Las fotos son propiedad de Paramount. todos los derechos reservados. Mi amigo Toni es propiedad de su novia. Sus derechos son cosa de ellos.

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